Cuando el peor rival a nivel nacional eres tú mismo corres el riesgo de relajarte y dar opciones a un equipo inferior sobre el papel. La plantilla de Carlos Ortega ya ha vivido esa situación esta temporada, concretamente con las únicas derrotas sufridas en el campeonato doméstico ante el Fraikin Granollers y el Recoletas Atlético Valladolid cuando se disponían a certificar su 32.º título de Liga Asobal. Pero esta tarde, en la final de la Copa del Rey que se disputaba en Irún, el Barça no dio opciones a su rival y se deshizo sin problemas (25-34) del Ademar León en un encuentro que dominaron desde el inicio. Los jugadores de Dani Gordo acusaron el cansancio acumulado del día anterior tras deshacerse del anfitrión Bidasoa en la prórroga.
El Barça fue siempre por delante en el marcador y durante los primeros compases del encuentro ofreció una buena producción ofensiva que se sumó a la gran eficacia de cara a puerta. Cómodos en el ataque posicional y en la transición, los culés obligaron a Gordo, técnico del Ademar León, a solicitar el primer tiempo muerto cuando solo habían transcurrido ocho minutos y el marcador era de 2-5 favorable para los azulgranas.
La primera expulsión del partido para Luís Frade por un empujón a Wasiak no descentró a los de Carlos Ortega, provocando la sensación de estar generando peligro constantemente sobre la portería defendida por Álvaro Pérez. Tal era la desesperación y la incapacidad de respuesta por parte del Ademar León que Gordo volvió a pedir tiempo muerto a los 18 minutos con 5-12 desfavorable. El tono agresivo del entrenador de los leoneses pidiendo “una marcha más” contrastaba con las indicaciones pausadas y concisas de Carlos Ortega a sus jugadores.
Tras otro tiempo muerto, esta vez solicitado por Carlos Ortega, el Ademar León arriesgó colocando a un jugador más en la pista. En vez de acercar a los leoneses en el marcador, la apuesta de Dani Gordo hizo aumentar la renta azulgrana dejando al equipo que ejercía de local con unas ganas inmensas de que llegase el descanso. La gran actitud defensiva del Barça le permitió sentirse muy superior y marcharse a vestuarios con una ventaja de 10 goles en el electrónico (12-22).
Los leoneses, sextos en la Liga Asobal, mejoraron sus prestaciones ofensivas y defensivas en el segundo tiempo, pero no fue suficiente para inquietar a un determinado Barça que se dejó llevar en el tramo final del encuentro tras colocarse 16-31, la máxima diferencia del partido, a falta de 14 minutos para el final. Vincent Gérard entró en el ecuador de la segunda parte por Emil Nielsen en la portería azulgrana dejando muy buenas sensaciones bajo palos. La actuación del portero francés no fue suficiente para impedir que los leoneses recortasen distancias en el marcador gracias a un inspiradísimo Carlos Álvarez (máximo goleador de la Asobal y que jugará la próxima temporada en el Sporting de Portugal) con siete goles.
Los azulgrana levantaron al cielo de Irún su 29ª Copa del Rey y festejaron comedidamente con la mente puesta en la Final Four de Colonia que disputarán el próximo fin de semana donde les espera el Magdeburg en semifinales. A nivel nacional ya lo han ganado todo y, como dijo Dika Mem tras proclamarse campeones de la Copa del Rey, “ahora viene lo bueno”. “Hoy celebraremos un poco, mañana tenemos libre pero ya están todas las cartas sobre la mesa”, exclamó por su parte Carlos Ortega.