Mientras se disputaba la final de la Nations League entre España y Portugal, Robert Lewandowski sorprendió con un comunicado escueto en sus redes sociales en el que renunciaba, de forma directa, a volver con Polonia mientras el seleccionador, Michał Probierz, continuase en el cargo. El texto va al grano y da forma al malestar del pichichi blaugrana: “Considerando las circunstancias y la pérdida de confianza en el entrenador de la selección polaca, decidí renunciar a jugar en la selección hasta que él sea el seleccionador. Espero poder volver a jugar para la mejor afición del mundo”.
Minutos después, este litigio entre el delantero del FC Barcelona, de 36 años, y la selección de su país copó todas las portadas en Polonia, ya que su estrella es uno de los deportistas que más expectación genera y acapara siempre los focos. La decisión de Lewandowski cierra un capítulo que arrancó el viernes, cuando el delantero acudió -de forma sorpresiva según la prensa polaca- a ver a sus compañeros en el encuentro que jugaron ante Moldavia y que suponía la despedida de Kamil Grosicki, y acabó con esta noticia que pone fin a 11 años en el que ha sido el portador del brazalete.
Lewandowski había renunciado a acudir a estos dos partidos de la selección de su país para descansar. Aludió cansancio físico y mental tras un año agotador. Había sido una temporada exigente para el delantero, clave en el Barça de Hansi Flick, pero el viernes quiso estar presente en la despedida de su compañero.
Este domingo, PZPN (la Federación Polaca de Fútbol) emitió el siguiente comunicado: “Por decisión del entrenador Michał Probierz, Piotr Zieliński se convirtió en el nuevo capitán de la selección polaca. El entrenador informó personalmente de su decisión a Robert Lewandowski, a todo el equipo y al cuerpo técnico”.
La doble cara de la decisión
El Mundial peligra para el delantero, pero el Barça ganará un delantero más descansado
El pasado miércoles, en una entrevista en WP Sportowe Fakty, Marek Koźmiński fue duro con Lewandowski: “No quiero que mis declaraciones suenen negativas, porque respeto mucho a Robert. Sin embargo, ciertas decisiones tienen repercusiones. Vamos a Helsinki -este martes- para el partido más importante de la fase de clasificación. No me convence la justificación de que el jugador llegó a un acuerdo con el entrenador. El entrenador tuvo que aceptar esta decisión. No quiero causarle problemas a Michał; no es su culpa, pero el entrenador también tiene que asumirlo”.
Probierz es un entrenador clásico en Polonia, que ha dirigido desde 2005 más de 500 partidos. Tiene fama de hombre duro y exigente, incluso lo comparan con Mourinho por el carácter, y puso fin a un sinfín de entrenadores extranjeros que no cuajaron en los últimos años en el país. Uno de sus objetivos era el de poner orden en la selección, y Lewandowski, que cuenta con mucha ascendencia en el vestuario, siempre es uno de los focos de conflicto. La mayoría de jugadores de su generación ya son historia.
En clave Barça, la renuncia de Lewandowski a los 36 años y en una temporada de nuevo exigente, con tres competiciones y un calendario cargado, es una buena noticia... pero no tanto para el delantero, que iba camino de participar en el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá. Ahora, todo ha saltado por los aires. Esta guerra dará que hablar en Polonia.