Ousmane Dembélé ha brillado con luz propia esta temporada en el PSG. Candidato al Balón de Oro tras ganar la Champions League y dominar con mano de hierro en los campeonatos franceses, el habilidoso delantero ha concedido una entrevista a 'France Football' (revista que organiza la gala del Balón de Oro) para repasar la campaña de su redención.
”Son imágenes grabadas para siempre”, dijo el francés sobre la Champions League obtenida en la final ante el Inter de Milán. Preguntado por un momento previo al trascendental partido, Dembélé rememoró “una carta escrita por Donnarumma y que entrego en el autobús a todos los jugadores y al cuerpo técnico, en la que había escrito unas palabras de apoyo por lo que habíamos hecho esta temporada. Estábamos motivados, pero después, aún más. Nos puso la piel de gallina, fue una locura”.
En los entrenamientos Lamine Yamal regateaba, asistía y también marcaba goles”
Respecto a las posibilidades que tiene de ganar el Balón de Oro en la ceremonia que se celebrará el próximo 22 de septiembre en el Teatro de Chatelet de París, Dembélé se mostró satisfecho porque “estar entre los favoritos al Balón de Oro ya es una victoria”. Uno de sus rivales por el prestigioso trofeo individual será Lamine Yamal, sobre el que comentó en 'France Football' que “cuando llegó a ser profesional comprendimos que era excepcional y adquirió otra dimensión. En los entrenamientos regateaba, asistía y también marcaba goles”, recuerda el francés de la breve etapa en la que ambos coincidieron en el FC Barcelona.
El delantero galo también rememoró su aventura en el club culé tras su desembarco en el 2017 previo pago de 135 millones de euros al Borussia Dortmund. “Soy un poco más profesional. Lo era antes, pero ahora lo soy aún más. Ahora, incluso en mis días libres, me gusta ir al centro de entrenamiento, recuperarme y trabajar con los fisioterapeutas. Antes, iba a casa, jugaba al NBA 2K y veía un poco la tele. Era más joven, es normal. Pero, con el tiempo, se paga, y lo vi especialmente en Barcelona. Llegué joven, jugué allí de los 20 a los 26 años, tuve muchos problemas físicos. Aprendí mucho allí, me fue útil. Ahora conozco mucho mejor mi cuerpo y, como resultado, me lesiono menos”.
Sin duda, Luis Enrique ha jugado un papel fundamental en la mejora de Dembélé. “Dice que el fútbol no es una guerra, sigue siendo un partido, y que hay que controlar las emociones. Nos pide que no estemos al 200%, sino al 100%. Antes de la final, también nos dijo que disfrutáramos porque son momentos que quizá no volvamos a vivir en nuestras carreras. Siempre parece distante, pero es completamente falso porque es alguien con ambición. Está centrado en el colectivo, no en las estrellas”, comentó Dembélé sobre el técnico asturiano en la revista francesa.
Autor de 33 goles y 14 asistencias en 49 partidos oficiales disputados esta campaña con el PSG, el exjugador del Barça afronta ahora el Mundial de Clubs que arrancará para el conjunto parisino con un enfrentamiento ante el Atlético de Madrid mañana a las 21 h.