Uno de los aforismos más icónicos de Isabel Díaz Ayuso es: “Madrid es España dentro de España”, dicho el 21/IX/2020 en un encuentro bilateral con su admirado Pedro Sánchez. Ayuso no entiende de hiperónimos. Madrid es España (y viceversa), igual que para el presidente Núñez Barcelona llevaba el nombre de un club. La Fórmula 1 no pasaba por Madrid desde 1981 en el Jarama. El año del 23-F el Gran Premio de España salió disparado a Jerez y luego a Montmeló.

El 2026, si la FIA homologa el circuito urbano por el recinto de Ifema, Madrid volverá a tener GP con el nombre de España, y por eso los responsables de Montmeló han tenido que encontrar un nombre alternativo.
Gran Premio de Barcelona-Catalunya es tan criticable que es un buen nombre
El año que viene se llamará Gran Premio de Barcelona-Catalunya, único guion en una lista de 24 carreras bautizadas con el nombre del Estado que las acoge. Solo hay cuatro excepciones: Miami, Las Vegas, Abu Dabi y Barcelona-Catalunya. A la opinativa Ayuso quizá le moleste no haber bautizado su GP como Madrid-España, en lugar de lucirse poniéndole Madring al circuito, o quizá lo considere provinciano, como acusó al presidente Illa por hablar en catalán en Catalunya durante la conferencia de presidentes.
GP de Barcelona-Catalunya es un buen nombre porque tiene tantas lecturas como lectores. La duplicidad lo singulariza en la lista. La clásica anomalía catalana. Desde el independentismo se puede valorar librarse de España (aunque sea a la fuerza) y criticar no llamarle solo de Catalunya. Desde el socioprocesismo se puede valorar haber introducido Catalunya, el único topónimo de la lista que no es ni Estado ni ciudad. El españolismo puede valorar Barcelona y criticar que no haya un segundo guion que preceda a España con ñ como en Google Maps o la Wikipedia. Y aún una facción tiquismiquis podría criticar el topónimo Barcelona para Montmeló, tal como se le reprocha al RCD Espanyol de Barcelona desde que tiene el estadio en Cornellà-El Prat.
Ayuso, por su parte, sueña con que en el 2026 solo haya un GP de España y que ella esté en la tribuna no ya como presidenta de una provincia, sino de todo el Estado Madring-provinciano que aspira a presidir.