Tras un año y tres meses cerrado por obras, el Museu de Granollers ha reabierto sus puertas con una joya gótica en todo su esplendor: el retablo de Sant Esteve. En esta nueva etapa se puede ver completo, como si se encontrara en su espacio original, en el ábside de la iglesia de Sant Esteve de la ciudad. Cedido hace años por el MNAC –se trata de una de las obras primordiales de su colección de arte gótico– es el gran protagonista de la exposición Una historia sin palabras. El retablo de Sant Esteve de Granollers , con la que el equipamiento celebra su reapertura junto a otras tres exposiciones, In illo tempore. Granollers en época romana y dos muestras dedicadas al arte contemporáneo: Antibiografía , una itinerante con participación de artistas del Vallès, y Trash Studio Lab , de Anna Estany.
La coordinadora del museo, Glòria Fusté, reconoce que “el camino ha sido largo, pero ahora estamos muy emocionados” con el resultado final. “Hemos remontado un retablo de grandes dimensiones en un edificio con condiciones óptimas para su conservación, y hemos podido hacerlo gracias a la complicidad del MNAC, que creyó en un proyecto muy singular”, apunta. La pieza, de siete metros de altura, es “una obra fantástica que cuenta la propia historia de la ciudad, cuando era una pequeña villa que hizo un gran encargo, de coste elevado, al taller Vergós, muy importante en Barcelona”. El retablo estuvo expuesto en el ábside de la iglesia desde el siglo XV hasta el XVIII.
“Es una obra fantástica que cuenta la propia historia de la ciudad”, explica Glòria Fusté
Ahora, se pueden ver un total de 13 tablas y el conjunto se asemeja al expuesto en el siglo XV. Es uno de los retablos más completos y de mayores dimensiones que existen. “Su montaje ha sido un reto, museográficamente hablando, porque es el momento en el que hay más riesgo para la obra”. En el proceso se ha contado con el apoyo de la restauradora y conservadora del MNAC, Núria Prat. De las 13 tablas, 11 ya se habían expuesto anteriormente, mientras que las dos nuevas que han llegado cedidas son la del nacimiento de Sant Esteve y la de la princesa Eudoxia.
“Son dos piezas que el MNAC tenía expuestas en sus salas de gótico, y que nos ha cedido para poder colgarlas con el resto de tablas”. Las que faltan, ya perdidas cuando se vendió el retablo, son la del martirio y la de Sant Esteve.
La exposición, que es de larga duración, también presenta varios elementos procedentes de la iglesia de Sant Esteve, que invita a transitar por un templo simbólico del Granollers medieval. Estos elementos son 13 ménsulas procedentes de la citada iglesia, y dos fragmentos de la trona pequeña de la capilla del Roser, de 1703, además de dos audiovisuales.
Se pueden ver un total de trece tablas, cuyo conjunto se asemeja al expuesto en el siglo XV
Por primera vez, el Museu de Granollers expone el retablo de Sant Sebastià i Sant Eloi, también obra del taller Vergós, y que se vendió en 1917, al mismo tiempo que el retablo de Sant Esteve en la Junta de Museos de Barcelona. “El MNAC lo tenía depositado en el Museo de Historia de Barcelona, pero también se consideró que sería interesante tenerlo expuesto en Granollers”, apunta Glòria Fusté. Este retablo, de menor tamaño, estaba situado desde finales del siglo XV en la capilla lateral de la iglesia parroquial de Sant Esteve.
La exposición es fruto de un proyecto coral liderado por el Museu de Granollers, con la colaboración del MNAC, y textos de Adrià Pujol y Jaume Dantí, además de Croquis, Bayona Studio, Eumo-dc y Full Screen.