Parecía una noche tranquila en el supermercado de la gasolinera. Katie se encontraba reponiendo algunos productos de las estanterías cuando un supuesto cliente, ataviado con una gorra de béisbol, entró. Tras merodear un rato, el individuo se acercó a la dependienta por detrás, la agarró del cuello con una cuerda y la sacó a la fuerza del establecimiento.
Minutos después, un transeúnte se percató de que el local estaba vacío y llamó a la policía. Gracias al visionado de las cámaras de seguridad, los agentes pudieron comprobar que la trabajadora había sido empujada a marcharse de allí. Pero, ¿adónde? Y, sobre todo, ¿con quién? Era vital identificar a aquel desconocido para poder localizar con vida a Katie.
Carrera criminal
Donald Albin Bom, nacido como Donald Albin Pince el 5 de febrero de 1949 en Minnesota, tuvo una infancia problemática, motivada en gran medida por un padre abusador y por un consumo temprano de alcohol y drogas. Esto le originó una falta absoluta de límites y problemas de comportamiento. A sus trece años no acudía a clase, nadie podía con él y terminó internado en un reformatorio.
Una vez en libertad, apenas se conocen sus movimientos salvo sus fechorías como peligroso delincuente sexual. En 1975, Donald secuestró a una niña de 14 años, a la que amordazó y violó. Incluso, trató de deshacerse de ella metiéndola en el maletero de su coche, pero la menor logró escapar y denunciar los hechos. Fue condenado.
Donald Blom, depredador sexual y asesino
Tras quedar en libertad en 1978, el violador volvió a las andadas y perpetró otra agresión sexual con agravantes. Lo mismo ocurrió en 1983. Ese año cometió varios asaltos sexuales, uno de ellos contra dos adolescentes a las que secuestró a punta de cuchillo y llevó a una zona remota, ató a un árbol y les metió calcetines en la boca.
Tras dejarlas sin posibilidad de defensa, Donald las estranguló varias veces y las reanimó otras tantas bajo la amenaza de que las violaría. Finalmente, no lo hizo porque una patrulla de policía se percató de un coche mal aparcado, el del violador, y se acercó a hacer una comprobación rutinaria. Los agentes sorprendieron al criminal y este huyó campo a través. Dos meses después, fue detenido pese a haber cambiado de apariencia. Se había teñido el pelo de rubio. No sería la única vez.
Donald Blom asesinó a Katie Poirier
Hasta mayo de 1999, nuestro protagonista acumuló seis condenas por delitos graves, cinco de ellas incluían secuestro y agresión sexual, y entró y salió de prisión varias veces.
Uno de los psicólogos que trató con Donald corroboró en su informe que, si el delincuente no recibía una estrecha vigilancia, tenía muchas probabilidades de aumentar su comportamiento antisocial. Corría el año 1992.
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A partir de entonces, Donald inició su tarea de camuflaje en la sociedad norteamericana. De ahí el apodo de Camaleón. Llegó a utilizar seis nombres distintos, además de transformar su aspecto físico y de contraer matrimonio tres veces.
De su tercera esposa, Amy Blom, adquirió el apellido, algo que la mujer siempre creyó que se trataba de un gesto puramente romántico. Nada más lejos de la realidad.
¿Dónde está Katie?
Las cámaras de seguridad del supermercado de la gasolinera DJ’s Expressway Conoco, en Moose Lake, grabaron el secuestro de Katie Poirier, de 19 años y trabajadora del establecimiento. A las 23:40 horas del 26 de mayo de 1999, un hombre vestido con pantalones vaqueros, una camiseta de los Yankees de Nueva York con el número 23 a la espalda y una gorra de béisbol sacaba por la fuerza a la joven y la subía a su vehículo.
El análisis de las imágenes, grabadas en blanco y negro, trazó un primer perfil físico del secuestrador: el varón medía 1,78 m y pesaba alrededor de 77 kilos, tenía el pelo largo y claro, y aparentaba unos 25 años. El retrato robot del sospechoso, basado en la grabación, pero también en los testigos, se difundió en todos los medios locales.
Katie Poirier, asesinada por Donald Blom
Por otro lado, las manifestaciones de esos mismos testigos confirmaron haber visto el vehículo en el que huyó el secuestrador con Katie. Se trataba de una camioneta de color negro y, aunque no memorizaron la matrícula completa, sí lograron retener tres números y una letra.
Los investigadores tuvieron a Donald Blom en el punto de mira casi desde el principio. La matrícula parcial proporcionada por los testigos llevó hasta él. Sin embargo, el vehículo en cuestión era de color blanco. Por si fuera poco, la esposa del violador lo encubrió y le contó a la policía que habían vendido la citada camioneta negra tiempo atrás.
Las cámaras grabaron cómo Donald Blom secuestró a Katie Poirier
Mientras tanto, un dispositivo de búsqueda buscaba a la joven por toda la región: helicópteros, perros, decenas de agentes y cientos de voluntarios rastrearon cada rincón para poder encontrarla. La repercusión mediática fue tal, que la imagen de Katie apareció no solo en prensa escrita y televisiva, sino también en multitud de vallas publicitarias.
Incluso uno de los deportistas más famosos de la época, Paul Molitor, leyenda de los Minnesota Twins, hizo un llamamiento público pidiendo ayuda a los ciudadanos por si tuvieran alguna pista. Aquello fue determinante en este caso.
Lugar donde apareció el cuerpo calcinado de Katie Poirier en la propiedad de Donald Blom
El 18 de junio, Darrel Brown llamó a la policía asegurando que un antiguo compañero de trabajo, el conserje del Hogar de Veteranos de Minnesota, se parecía al retrato robot del sospechoso. Les dio un nombre, Donald Hutchinson.
Además, les explicó que este hombre había faltado a su puesto el 27 de mayo, es decir, al día siguiente de la desaparición de Katie, y que se había cortado el pelo. También confirmó que conducía una camioneta negra y que, recientemente, había dimitido sin previo aviso de su trabajo.
Ficha policial de Donald Blom
Las comprobaciones posteriores constataron que Donald Hutchinson en realidad era Donald Blom, el mismo hombre al que estaban investigando y al que habían descartado inicialmente porque su vehículo era de color blanco. Además, contaba con numerosos antecedentes y condenas por delitos sexuales.
Los agentes procedieron al registro de su propiedad, un terreno de ocho hectáreas a menos de veinte kilómetros de la gasolinera donde trabajaba Katie, y comenzaron a excavar. Tras dos días de búsqueda, se encontraron varios fragmentos en una fogata. Los análisis confirmaron que eran huesos humanos y, entre ellos, había un diente.
El diente de Katie Poirier hallado en la propiedad de Donald Blom
Pese a que las pruebas de ADN no fueron concluyentes, un examen realizado por expertos dentales certificó que el diente tenía un empaste y que el material empleado contenía una serie de marcas de un determinado fabricante. Así fue cómo identificaron a Katie y verificaron que el diente correspondía a la pieza número 18. La propia dentista de la víctima ratificó este aspecto sin género de dudas.
‘La Ley Katie’
El 22 de junio, Donald Blom fue detenido por secuestro y posesión ilegal de armas de fuego tras encontrar varias de ellas en su terreno. Casi tres meses después, el Camaleón confesó entre lágrimas cómo secuestró, estranguló y quemó a Katie en la hoguera. Una vez muerta, hizo una pira funeraria con leña y papel y colocó el cuerpo de la joven en posición fetal. Eso sí, jamás reconoció haberla violado.
Respecto a por qué se la llevó por la fuerza del supermercado, Donald contó que Katie habría salido corriendo de la tienda y que fue entonces cuando la agarró y la obligó a subir a la camioneta. Sin embargo, las imágenes contradecían su testimonio. De hecho, el detenido se retractó y negó la autoría antes del juicio y lo achacó a unas supuestas alucinaciones debido a la ingesta de una decena de medicamentos.
Donald Blom una vez detenido
En junio de 2000 se inició el juicio contra Donald Blom donde la acusación logró desmontar su estrategia y apuntalar todas y cada de las pruebas contra él. Las imágenes de las cámaras de seguridad, los testigos, la camioneta negra, los restos humanos en la hoguera y la famosa pieza dental de Katie… Todo ello llevó al juez Gary Pagliaccetti a condenar al Camaleón a cadena perpetua sin libertad condicional por asesinato y a 19 años más por tenencia ilícita de armas.
Aquel 17 de agosto, justo antes de la lectura del veredicto, Pam Poirier se dirigió al asesino de su hija: “Mírame bien. Quiero que mi cara esté siempre en tus sueños”. A lo que Donald se levantó y le soltó un: “Se ha equivocado de hijo de puta, señora. Mire todo lo que quiera. No soy su puto hombre”.
Pam Poirier, madre de Katie
A la salida del tribunal, el abuelo de la joven declaró eufórico: “Todos nos sentimos muy bien. Supongo que eso lo resume todo. Todos nos sentimos muy bien. Hemos sacado de la calle a un vago de primera”.
El caso de Katie Poirier conmocionó a la sociedad y los gobernantes del estado de Minnesota recogieron sus peticiones y llevaron a cabo un endurecimiento de las leyes sobre delincuentes sexuales. En la práctica, esto supuso la implementación de penas de prisión más largas para los reincidentes. Se llamó la Ley de Katie.
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Donald Blom ha intentado en infinidad de ocasiones recurrir la sentencia sin éxito alguno. Y los investigadores siguen tratando de demostrar que este peligroso depredador sexual es también responsable de otras violaciones y asesinatos.
Según Dennis Fier, agente de la Oficina de Detención Criminal de Minnesota, Donald había admitido que “a menudo se iba noches enteras, consumía alcohol y drogas y no recordaba cuándo volvía a casa al día siguiente, dónde había estado o qué había hecho”.
Donald Blom, en la actualidad
Hay dos casos, los asesinatos de las jóvenes Holly Spangler y Wilma Johnson, que podrían tener relación con el Camaleón, pero jamás se han encontrado pruebas que lo vinculen directamente. En la actualidad, siguen sin resolverse.